amplio y altanero,
tu que recibes el martirio
y trabajas con esmero.
Los pudientes te explotan
el mangante se aprovecha,
y los cerros y llanuras
con tus senderos y dehesas.
Por mi bien que yo te quiero
para mi Extremadura,
no hay raza bajo el cielo
tan robusta y con ternura.
Que los hombres del campo
de mi tierra con dulzura,
¡Que no me velen
cuando muera!
Que no echen lagrima alguna
que me lleven las cenizas,
ala tierra de mi cuna.
Viento traen los mares
con las brisas mas puras,
tierra sobre mi tumba
que sea de Extremadura.
