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domingo, 19 de junio de 2011

53-Arnau i Llessui

 
Prisionero soy de tus besos
cautivo de tu mirada,
esclavo de tu sonrisa
herido de una estocada.

Por mucho tiempo que pase
en mi no borrara nada,
yo soy un toro herido
en medio de la manada.

Tu ninfa de mis sueños
diosa de mi esperanza,
trocito caído del cielo
clavados en mi alma.

Mi vida se marco
y se frustro aquel día,
que abandonastes el barco
sin entrar en la bahía.

Tus ojos claros
como agua de rio,
sin poder pararlos
se cruzaron con los míos.

Fuiste aquella mujer
que me dio una embestida,
como el Miura mas cruel
hiriéndome de por vida.

Yo jamas te mentí
ni se me ocurriría,
quizás vieras en mi
lo que tu no querías.

Desde el día que te fuiste
yo aun hoy me recuerdo,
de la cara que pusiste
sin llevarte el primer beso.

Pero ya lo ves mujer
si es que lo quieres ver,
es triste acabar sin empezar
mas triste es esperar sin volver

Te escurriste mujer
dejándome resentido,
no dejaste florecer
la rosa que había nacido.

Que te fueras comprendí
te cansaste de esperar,
yo también haría lo mismo
si hubiera estado en tu lugar.

Solo titubean los sabuesos
si no saben donde atacar,
pero la tristeza les florece
si no pueden desandar.

Cuantos pasos se quedaron
en esa marcha atrás,
cuantas rosas marchitas
palabras sin pronunciar.

Pasan los tiempos feroces
como caballos desbocados,
sentimientos pasan de lado
como guadañas y hoces.¨

Te escurriste de mi
como en el hielo la hormiga,
te abrace en la gavina
el carrilet fue testigo,
de no pasar de la esquina.

Mi amor hacia ti era sano
te sentía como una amiga,
tubistes en tus manos
la felicidad de nuestras vidas.

Hay amigos que dejan huellas
y tu dejaste en mi,
una inmensa losa fría
que no me dejo seguir.

Pero mi corazón me dice
que también fue culpa mía,
por no aclarar la alegría
que yo por ti sentía.

Como yo me retire
se retiran las personas,
para no entorpece
el vuelo de la paloma.

Te fuiste con la melodía
que tantas veces compartimos,
en aquella gavina
que solo tu y yo subimos.

Yo quizás tendría
que haber luchado,
por retener tu persona,
pero cuando hay amor
todas las luchas sobran.

En la calle de sauri
se quedo mi corazón,
de por vida
jugando una partida,
que el destino me gano.

Pero ya lo ves mujer
si es que lo puedes ver,
cuando hay querer
todo escasea todo sobra.

Cuanto daría yo
por volver hacia tras,
estar juntos los dos,
la ilusión que emprendía
se me volvió dolor.

Ala cima de sauri
donde asomaba la gloria,
con mi carrilet subía,
como refresca mi memoria
para encontrarme con mi niña.

Me dejaste tirado
sin darme un adiós,
lagrimas de sangre
brotaron de mi corazón.

Era un joven apuesto
simpático y hablador,
a veces un poco inquieto
que de ti se enamoro.

Voy buscando y no encuentro
un amor que se marcho,
y desde ese mismo momento
se covirtio en desamor.

Terrible fue el vació
que dejo en mi corazón,
formando una coraza
que el tiempo no hablando.